Explorando la Universidad de Coimbra: Un Viaje a la Historia de Europa

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Coimbra, una de las ciudades más históricas de Portugal, conocida no solo por su belleza, sino también por su inmensa riqueza cultural. El sol comenzaba a esconderse tras las colinas, creando una atmósfera mágica que invitaba a la exploración. Mi destino principal era la Universidad de Coimbra, una de las universidades más antiguas de Europa, con más de 700 años de historia. Desde el momento en que puse un pie en la ciudad, sabía que iba a ser una experiencia única, un viaje atrás en el tiempo.

1. La Universidad de Coimbra: Un Testigo de la Historia

La Universidad de Coimbra no es solo una institución educativa; es un emblema de la historia portuguesa y europea. Fundada en 1290, se encuentra en lo alto de una colina, dominando el paisaje urbano con sus imponentes edificios de piedra. Al acercarme a la entrada, una mezcla de emoción y respeto me invadió. Cada rincón de este lugar parece tener una historia que contar. El campus de la universidad no es solo un centro de aprendizaje, sino también un museo viviente de la cultura europea.

2. La Biblioteca Joanina: Un Tesoro Literario

La primera parada en mi recorrido por la Universidad de Coimbra fue la Biblioteca Joanina, una de las bibliotecas más impresionantes del mundo. Construida en el siglo XVIII, sus estanterías de madera oscura albergan una vasta colección de libros antiguos y manuscritos, algunos de los cuales datan de la Edad Media. Al ingresar a la sala principal, el aroma a madera envejecida y el silencio profundo me envolvieron. El techo dorado y los frescos que adornan las paredes parecen transportarme a otra época, donde los conocimientos eran cuidadosamente guardados para la posteridad.

Uno de los aspectos más fascinantes de la Biblioteca Joanina es su fauna única: una colonia de murciélagos que habita en el techo. Estos murciélagos ayudan a mantener el lugar libre de insectos, contribuyendo a la preservación de los valiosos libros. Verlos volar en la penumbra, mientras exploras entre los estantes, añade un toque casi mágico a la experiencia.

3. La Universidad y Su Arquitectura

La Universidad de Coimbra está formada por varios edificios emblemáticos, cada uno con una historia propia. El Pátio das Escolas, el patio central de la universidad, es un espacio majestuoso que conecta muchos de estos edificios. Desde aquí, se puede admirar el Palacio Real de los Antiguos Reyes, que alberga una serie de museos y salas que reflejan el esplendor de la monarquía portuguesa.

Uno de los edificios más impresionantes es la Capilla de San Miguel, una iglesia barroca que sirvió de lugar de oración para los estudiantes durante siglos. El contraste entre la austeridad de los pasillos y la ornamentación de la capilla resulta fascinante. Cada rincón de este lugar parece hablar de la conexión entre el conocimiento y la espiritualidad, que ha sido una constante a lo largo de la historia de la universidad.

4. La Torre de la Universidad: Un Vistazo al Pasado y al Presente

No podía dejar de visitar la Torre da Universidade, un emblemático campanario que ofrece una vista panorámica de toda la ciudad. Subir los empinados escalones de piedra fue todo un desafío, pero al llegar a la cima, la recompensa fue inigualable. Desde allí, la vista de Coimbra extendiéndose a lo lejos, con el río Mondego serpenteando entre las colinas, me permitió comprender la importancia estratégica de esta ciudad a lo largo de los siglos.

La torre no solo es un mirador, sino también un símbolo del conocimiento que ha emanado de la universidad durante siglos. Al caer la tarde, el sol se reflejaba en las aguas del río, creando una atmósfera tranquila que contrastaba con la agitada vida académica que debe haber prevalecido en este lugar durante siglos.

5. El Alma de Coimbra: Los Estudiantes

Uno de los aspectos más interesantes de la Universidad de Coimbra es la relación entre los estudiantes y la ciudad. Coimbra ha sido, durante siglos, el centro de formación para las élites portuguesas. Hoy en día, los estudiantes continúan siendo el alma de la ciudad. Al caminar por las calles estrechas y empedradas que rodean la universidad, era fácil notar cómo los estudiantes, muchos de ellos vestidos con la tradicional capa negra, aportan una energía única al lugar.

Los estudiantes de Coimbra tienen una tradición muy especial: la Praxe, un conjunto de rituales y costumbres que forman parte de la vida universitaria. Aunque algunos de estos rituales pueden parecer inusuales para los visitantes, son un testimonio de la identidad y el orgullo de la comunidad estudiantil. Ver a los estudiantes de Coimbra en su ambiente me hizo sentir que no solo estaba visitando una universidad histórica, sino que también estaba siendo testigo de una vibrante tradición que sigue viva hoy.

6. La Calle Ferreira Borges: El Corazón de la Ciudad

Después de explorar el campus universitario, decidí adentrarme en el casco antiguo de Coimbra. La Rua Ferreira Borges es una de las calles más emblemáticas de la ciudad, y pasear por ella fue una de las mejores decisiones que tomé. Las casas de colores pastel, las pequeñas tiendas de artesanía y los cafés con terrazas ofrecen una atmósfera relajada y acogedora.

En el corazón de esta calle, se encuentra el Mercado de Fado, donde se celebran presentaciones en vivo de este género musical tan característico de Portugal. El fado es una tradición musical melancólica que refleja la conexión profunda de los portugueses con su tierra y su historia. Escuchar a un cantante de fado interpretando una canción llena de emoción y nostalgia fue una experiencia que no esperaba, pero que me tocó profundamente.

7. El Jardín Botánico de la Universidad de Coimbra

Otro lugar que no podía perderme fue el Jardín Botánico de la Universidad de Coimbra, un oasis verde en medio de la ciudad. Fundado en el siglo XVIII, este jardín no solo es un lugar de relajación, sino también un centro de investigación científica. Al caminar entre los senderos cubiertos de plantas exóticas y árboles centenarios, me sentí como si hubiera escapado de la ciudad, aunque en realidad estaba en pleno corazón de ella.

El jardín tiene una serie de estanques y fuentes que contribuyen a su serenidad. Sentarse en uno de los bancos, rodeado de la naturaleza, ofrece una oportunidad perfecta para reflexionar sobre todo lo que se ha experimentado hasta ese momento. Es uno de esos lugares donde el tiempo parece detenerse.

8. El Convento de Santa Clara-a-Velha: Historia y Destrucción

No muy lejos de la universidad, me dirigí al Convento de Santa Clara-a-Velha, un monasterio que data del siglo XIV. Este convento, que fue en su momento un lugar de retiro para las monjas clarisas, sufrió grandes daños a lo largo de los siglos debido a las inundaciones del río Mondego. Hoy en día, el convento está parcialmente en ruinas, pero sigue siendo un testimonio de la resistencia y la historia de la ciudad.

La visita al convento fue profundamente conmovedora. Los restos de la iglesia y las celdas de las monjas parecen contar la historia de un pasado glorioso, ahora solo visible a través de las paredes erosionadas por el tiempo. La mezcla de historia, arte y naturaleza que se encuentra en este lugar refleja la dualidad de Coimbra: una ciudad que ha sido forjada por su pasado, pero que sigue evolucionando hacia el futuro.

9. La Gastronomía de Coimbra: Sabores Locales

No se puede visitar Coimbra sin probar su gastronomía. La ciudad está llena de restaurantes tradicionales donde se puede disfrutar de la cocina portuguesa. Me decidí por un restaurante cercano al río, donde pude probar el leitão assado (cochinillo asado), un plato típico de la región, acompañado de una copa de vino de la región de Bairrada. El sabor era increíble, y la carne, tierna y jugosa, se deshacía en la boca.

Además, los dulces típicos de Coimbra, como los pasteles de Santa Clara, son una delicia. Estos dulces, hechos con almendra y yema de huevo, tienen una historia interesante, ya que fueron creados por las monjas del convento de Santa Clara. Cada bocado era una pequeña explosión de sabor que me hacía sentir más conectado con la historia de la ciudad.

10. Despedida de Coimbra

Finalmente, después de explorar tanto la universidad como la ciudad, llegó el momento de despedirse de Coimbra. La ciudad me había dejado una impresión profunda, no solo por su historia y arquitectura, sino también por la calidez de su gente y la riqueza cultural que la atraviesa. La Universidad de Coimbra no es solo un lugar de conocimiento, sino un símbolo de la continuidad de las tradiciones y el espíritu académico que ha marcado la vida de esta ciudad durante siglos.

Al tomar el tren de regreso a Lisboa, la imagen de los edificios antiguos, las calles empedradas y los estudiantes con sus capas negras quedará grabada en mi mente. Coimbra, con su aire de sabiduría y serenidad, se había convertido en un lugar especial, un punto de encuentro entre el pasado y el presente, donde la historia y la vida cotidiana se entrelazan de manera fascinante.

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