La ciudad de Coimbra, en el corazón de Portugal, no solo es famosa por su historia, su universidad, y su impresionante arquitectura, sino también por su deliciosa gastronomía. Al caminar por las pintorescas calles de Coimbra, me di cuenta de que la comida aquí tiene un sabor único, influenciada por la tradición portuguesa, pero también por la riqueza cultural que la ciudad ha experimentado a lo largo de los siglos.
Durante mi visita, no pude resistirme a probar algunas de las delicias locales. Esta es una pequeña selección de los 10 platos que, para mí, no pueden faltar en cualquier recorrido por Coimbra. Acompáñame mientras te cuento sobre cada uno de estos manjares que, seguro, te abrirán el apetito.
1. Chanfana: El estofado tradicional de cabra
Uno de los primeros platos que probé en Coimbra fue la chanfana, un guiso típico hecho con carne de cabra. Este plato tiene una receta que ha sido transmitida de generación en generación, y su sabor es profundo y reconfortante. La carne se cocina a fuego lento en vino tinto, especias y hierbas, lo que le da un toque fuerte pero suave al mismo tiempo. Es perfecto para disfrutar en los meses más fríos, y se sirve generalmente con arroz o papas. Cada bocado tiene una historia, y puedo decir que es uno de los platos más representativos de la gastronomía de Coimbra.
2. Bacalhau à moda de Coimbra: El bacalao con un toque local
No se puede visitar Portugal sin probar el bacalao, y en Coimbra, el bacalhau à moda de Coimbra es una de las versiones más deliciosas que he probado. Este bacalao se prepara con patatas, cebollas, y una mezcla de aceitunas y ajo. La particularidad de este plato es que se sirve en una cazuela de barro, lo que le otorga un sabor ahumado y un aspecto rústico que invita a disfrutarlo lentamente. Cada bocado es una explosión de sabores simples, pero perfectos en su combinación.
3. Sopa de Pedra: La sopa de la abundancia
La sopa de pedra es otra joya de la cocina de Coimbra. Su nombre, que literalmente significa «sopa de piedra», se refiere a una receta que utiliza una gran cantidad de ingredientes y, según la leyenda, incluso se dice que se pueden añadir piedras (aunque no es cierto, por supuesto). Este plato tiene una base de frijoles, patatas, chorizo, carne de cerdo, y otras delicias que se cocinan a fuego lento, lo que resulta en una sopa espesa y reconfortante. El sabor es rico, sabroso y te deja una sensación de plenitud muy satisfactoria. Si visitas Coimbra en invierno, esta sopa es perfecta para calentarte.

4. Leitão à Bairrada: Cochinillo asado al estilo de Bairrada
Aunque este plato es originario de la región de Bairrada, es muy popular en Coimbra, especialmente en celebraciones y reuniones familiares. El leitão à Bairrada es un cochinillo asado de manera tradicional, cocinado a fuego lento hasta que la piel está crujiente y dorada. Lo acompañan con arroz, ensaladas, y a veces, una salsa especial de ajo y pimentón. Es una verdadera delicia para los amantes de la carne, y la textura es irresistible: la carne se deshace fácilmente, y la piel crujiente le da un toque único que te hará querer más.
5. Tarte de Azeitão: El postre cremoso que no puedes perderte
Después de probar varios platos salados, es hora de hablar de los postres. La tarte de Azeitão es una de las delicias más sabrosas que probé en Coimbra. Aunque su nombre proviene de la región de Azeitão, este postre se encuentra en muchas pastelerías locales. Se trata de una tarta de crema suave con un toque de queso fresco, todo en una base crujiente. El sabor es una mezcla perfecta de dulce y ligeramente ácido, y su textura cremosa la convierte en una de las mejores maneras de terminar una comida.
6. Pastéis de Santa Clara: El dulce de la monja
En Coimbra, los pastéis de Santa Clara son una tradición. Este pastel tiene su origen en las monjas del Monasterio de Santa Clara-a-Velha, y su receta ha sido transmitida a lo largo de los siglos. Está hecho a base de una pasta crujiente rellena de una mezcla de yema de huevo, azúcar, y almendras. La combinación de la capa crujiente y el relleno dulce es absolutamente divina. Cada pastel tiene un sabor intenso, pero no empalagoso, lo que lo convierte en un dulce ideal para acompañar un café o como un pequeño capricho durante tu recorrido por la ciudad.
7. Feijoada à Transmontana: Un festín de frijoles y carnes
Aunque la feijoada es un plato común en muchas partes de Portugal, la versión de Coimbra, la feijoada à transmontana, tiene algo especial. Este guiso de frijoles negros, cerdo, ternera y embutidos es un plato contundente que no debe faltar en tu visita. La mezcla de carnes ahumadas y los frijoles cocidos a fuego lento resultan en un sabor robusto y satisfactorio. Es un plato lleno de historia, que muestra la mezcla de la vida rural y urbana en la región.
8. Arroz de Cabidela: Un plato tradicional para los valientes

Uno de los platos que genera más opiniones divididas es el arroz de cabidela. He de admitir que, antes de probarlo, no estaba del todo seguro de qué esperar. Este arroz se cocina con sangre de pollo y carne, lo que le da un color oscuro y un sabor peculiar. Aunque puede no ser del gusto de todos, una vez que te acostumbras al sabor, resulta ser un plato sabroso y lleno de carácter. Es definitivamente una experiencia culinaria única que muestra la riqueza de la cocina portuguesa.
9. Morcela: El embutido tradicional de la región
La morcela es otro de los embutidos que no puedes dejar de probar en Coimbra. Se trata de un chorizo hecho con sangre de cerdo, arroz y especias. Tiene un sabor fuerte y ahumado que lo convierte en el acompañante perfecto para una comida contundente, o simplemente para disfrutar como tapa. Si te gustan los sabores intensos, la morcela será una de tus favoritas.
10. Queijo da Serra: El queso de las montañas
En mi recorrido por Coimbra, no podía faltar el queijo da Serra, un queso cremoso y de sabor fuerte que proviene de las montañas de la región central de Portugal. Este queso tiene una textura suave y untuosa, y su sabor es una mezcla de salado y ligeramente picante. Se disfruta de muchas formas, pero mi favorita es acompañándolo de pan crujiente o incluso de miel para un contraste perfecto entre dulce y salado.
Cada uno de estos platos representa una faceta de Coimbra, una ciudad que no solo es un lugar histórico, sino también un paraíso para los amantes de la buena comida. Al recorrer sus calles, probando cada uno de estos manjares, entendí que la gastronomía aquí no solo es un reflejo de la tradición, sino también de la hospitalidad y el cariño de los portugueses hacia su tierra y sus costumbres. Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar esta ciudad, te aseguro que te llevarás una experiencia gastronómica que nunca olvidarás.
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